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Orientación profesional: «Toda persona destaca, al menos, en una habilidad»_Centro de psicólogos Impulsa de Barcelona

Orientación profesional: «Toda persona destaca, al menos, en una habilidad»

María Daura es psicóloga general sanitaria y se dedica a la orientación profesional o vocacional. En esta entrevista nos explica cómo ayuda a las personas a decidir qué estudios cursar, qué profesión escoger o cómo afrontar un cambio laboral cuando tienen dudas sobre sus habilidades y aptitudes, o cuando se dan otros factores que dificultan estas decisiones vitales.

 

¿Qué se debería tener en cuenta a la hora de escoger una carrera universitaria y/o una profesión?

Fundamentalmente, deberíamos tener en cuenta 4 aspectos: las aptitudes y habilidades que tenemos, nuestros intereses, las posibilidades reales de poder llevar adelante esos estudios o profesión y nuestra propia personalidad.

 

¿El aspecto vocacional no debería ser decisivo?

Lo ideal sería que la persona pudiera dedicarse a lo que siente como una vocación y, desde luego, hay que tener en cuenta este aspecto como primer elemento, ya que es esencial, e intentar que su vocación sea la primera opción. Sin embargo, el aspecto vocacional no siempre es el criterio más conveniente para todas las personas porque puede ser que no sea factible por diversas razones: si una persona quiere ser astronauta, pero no puede permitirse económicamente la carrera o no tiene las aptitudes requeridas, habrá que explorar opciones alternativas.

 

El mercado laboral también condiciona

Sí, puede ser que no haya demanda en un sector determinado o que sea muy baja, pero que la persona se muestre igualmente muy determinada a enfocarse por ese camino. Cuando hay esa gran voluntad, lo más probable es que la persona consiga sus objetivos, a pesar de las dificultades. Hay que analizar y valorar bien todos estos elementos durante el proceso de orientación que realizamos.

 

¿En qué consiste este proceso de orientación?

En primer lugar, es importante aclarar que los especialistas no tomamos la decisión por la persona: la ayudamos a que ella misma pueda tomarla después de valorar toda la información relevante que debería tener en cuenta. Nuestro trabajo es guiar a la persona y que su decisión sea una decisión informada y meditada.

 

Explícanos el proceso

En la primera sesión vemos cuál es la demanda de la persona y le explico en qué consistirá el proceso de orientación, que suele constar de cinco sesiones. Le pregunto sobre su historial académico, qué asignaturas se le han dado mejor y cuáles peor; a qué se han dedicado sus padres, porque a veces hay una tradición familiar; qué expectativas tiene, qué le preocupa, y todos aquellos aspectos de la vida de esa persona que pueden influenciar en su decisión. En esta sesión también se le hace un test que evalúa sus intereses y que nos da una puntuación para quince posibles campos profesionales: cuanta más alta es una puntuación en un campo determinado, más interés tiene la persona por él.

 

¿Suele coincidir lo que te han expresado en la entrevista con el resultado del test?

Normalmente, sí; aunque a veces hay sorpresas. Hay quien te ha dicho que está muy perdido y después el test muestra una gran definición. Esto puede deberse a que el problema está más relacionado con su propia inseguridad.

 

¿Necesitan que les confirmes sus ideas, sentirse apoyados?

Sí, exacto. Y en algunos casos, además, el test muestra otras posibilidades de estudios o profesiones. Esto es positivo porque, independientemente de su decisión final, nos permite abrir el abanico y que la persona sea consciente de que tiene más habilidades y aptitudes de las que pensaba.

 

Orientación profesional: «Toda persona destaca, al menos, en una habilidad»_Centro de psicólogos Impulsa de Barcelona

¿Y en las siguientes sesiones?

Se evalúan las diferentes aptitudes (numérica, razonamiento abstracto y verbal, memoria, etc.) y también su personalidad para saber cuáles son sus cualidades, ya que son muy importantes en la elección de una profesión. Hay profesiones que requieren, por ejemplo, una gran empatía, ser asertivo, amable y compasivo; otras, requieren tener dotes de comunicación y ser extrovertido. Es importante saber cómo somos y tenerlo en cuenta en nuestra decisión. Con los resultados de todas las pruebas valoramos las posibilidades y vemos si la persona necesita orientación en algún aspecto más.

 

«Algunos jóvenes tienen miedo a empezar unos estudios y darse cuenta después de que deberían haber hecho otra elección porque, si cambian de carrera, es tiempo que pierden para incorporarse al mercado laboral»

 

¿Por ejemplo?

Puede ser que la decisión sea clara, pero que la persona no sepa cómo llevarla adelante. Esto puede deberse a motivos muy diversos: porque hace poco que vive aquí y no conoce el sistema educativo de Cataluña, porque no sabe en qué universidad cursar los estudios, etc. A estas personas también las guiamos en este proceso.

 

¿En qué casos sería positivo buscar la guía de un especialista?

En el de las personas que realmente no saben qué estudios realizar, en el de las que tienen dificultades para decidir a qué tipo de trabajo quieren dedicarse y en el de las que, estando ya trabajando, sienten que quieren hacer un cambio profesional.

 

¿Hay personas que desconocen cuáles son sus aptitudes?

Sí, hay muchas personas que creen que no son válidas en muchos aspectos, y en este proceso de orientación descubren que esto no es así. También es bastante frecuente que una persona crea que, por ejemplo, no es buena en matemáticas y, después, en el test sobre este tipo de habilidades y conocimientos vemos que sí lo es.

 

¿Estamos demasiado condicionados por las etiquetas que nos han puesto en el colegio o en el instituto?

En algunos casos, sí. Pero lo que más condiciona es el pensamiento de “No voy a ser capaz”, la falta de confianza en uno mismo: «No seré capaz de aprobar», «No sé si podré desempeñar este trabajo», etc. Lo escuchamos muy a menudo. Hay que tener en cuenta que quizá uno no es excelente en todos los aspectos de unos estudios o de una profesión, pero sí en muchos, y que con esfuerzo se pueden conseguir los objetivos.

 

¿Los jóvenes de hoy lo tienen más complicado a la hora de decidir?

Sin duda. Actualmente la gente está muy formada porque el mercado laboral es extremadamente competitivo y requiere mucha especialización: casi todo el mundo ha estudiado una carrera y después uno se sigue formando con másteres porque si no tienes dos, parece que no eres válido o no puedes acceder a algunos sectores profesionales. Y además de todo ello, las empresas también exigen experiencia. Este escenario obliga a tomar muchas decisiones que, sí, son complicadas.

 

¿Hay miedo a equivocarse?

Sí, mucho: algunos jóvenes tienen miedo a empezar unos estudios y darse cuenta después de que deberían haber hecho otra elección porque, si cambian de carrera, es tiempo que pierden para incorporarse al mercado laboral, al margen del coste económico, de esfuerzo, etc.

 

¿Las empresas no deberían fijarse más en las habilidades y menos en la acumulación de másteres?

Sí, y algunas ya lo hacen, sobre todo en otros países. A partir de un mínimo de estudios, valoran más la capacidad de aprender, de trabajar en equipo y la creatividad de esa persona, por ejemplo, porque saben que, con esas capacidades tan valiosas para cualquier organización, podrán acabar de formarla. Sufrimos un exceso de titulitis.

 

¿Todos tenemos habilidades y aptitudes para desempeñar, como mínimo, una profesión?

Sí, ¡y para más de una! Toda persona destaca, al menos, en una habilidad. Y la mayoría en varias. La cuestión es que algunas no lo saben y esto es lo que les ayudamos a descubrir durante la orientación.

 

¿Hay padres que presionan a sus hijos para que tomen una determinada decisión?

Yo apenas me encuentro casos de este tipo en consulta. Lo que sí ocurre es que hay personas que son conscientes de que hay carreras mejor valoradas que otras y temen que sus padres se sientan decepcionados si escogen unos estudios que no tienen mucho prestigio, aunque ellos le digan que escoja lo que quiera. Si en una familia hay tres generaciones de médicos, probablemente, el chico o la chica se sienta presionado y esto no le ayude. A esta edad, el apoyo de los padres es muy importante. Por este motivo, en uno de los test realizamos preguntas que nos ayudan a ver todos estos aspectos externos.

 

Si quieres hacernos una consulta sobre este tema, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de psicólogos.