¿Los lunes vuelves al trabajo igual de estresado que el viernes? Lee esto
Los fines de semana deberían servirnos para desconectar de las obligaciones y volver a empezar la semana renovados. Sin embargo, muchas personas, cuando llega el lunes, se sienten igual de preocupadas y estresadas que el viernes anterior. De hecho, solo consiguen desconectar de verdad en vacaciones. Pues bien, en Estados Unidos han llevado a cabo un estudio (publicado en Harvard Bussines Review) que demuestra que, si hacemos un pequeño cambio de mentalidad durante los fines de semana, podemos conseguir durante estos dos días no laborables el mismo impulso emocional que nos proporcionan unas vacaciones tradicionales, y sin hacer nada extraordinario que suponga un gasto adicional.
Estados Unidos, un país óptimo para llevar a cabo el estudio
Estados Unidos es el único país del mundo industrializado en el que no existen, legalmente, las vacaciones obligatorias: uno de cada cuatro empleados no tiene días de vacaciones pagadas y más de 50 % de los que los que sí los tienen no los utilizan. No obstante, como la mayoría de los estadounidenses sí se toma los fines de semana libres, los investigadores querían ver si había alguna manera de ayudar a las personas a que puedan aprovechar estos dos días de la semana para disfrutar de las ventajas potenciales que obtendrían en unas vacaciones tradicionales (otros estudios previos hechos por el mismo grupo de trabajo en cientos de miles de estadounidenses mostraban que las personas que priorizan las vacaciones son mucho más felices: tienen más emociones positivas, menos emociones negativas y están más satisfechas con su vida).
El estudio: plantearse los fines de semana como si fueran vacaciones, aumenta nuestra felicidad
Primero realizaron una investigación con 400 estadounidenses: a la mitad de ellos les dieron instrucciones para que pasaran el fin de semana como uno más, sin que tuvieran que hacer nada diferente a lo habitual (grupo de control). A la otra mitad le pidieron algo muy simple: que se plantearan el fin de semana como las vacaciones, sin darles ninguna directriz más. Cuando todos volvieron al trabajo el lunes, las encuestas sobre bienestar que les realizaron mostraron claramente que este segundo grupo había vuelto al trabajo significativamente más feliz, y sin haber gastado dinero adicional.
Posteriormente, repitieron el estudio con 500 personas diferentes, pero midiendo, además, su felicidad durante el fin de semana, la manera en la que habían pasado el tiempo y en qué grado habían estado presentes mentalmente durante esos dos días. De nuevo, los que habían tratado el fin de semana como unas vacaciones regresaron al trabajo mucho más felices.
Esta segunda investigación también midió el nivel de bienestar de todos los participantes durante el fin de semana: en el segundo grupo, el de los vacacionistas, este nivel era mucho más alto.
¿Por qué plantearse el fin de semana como unas vacaciones aumenta la felicidad?
Si los vacacionistas aumentaron su bienestar el fin de semana no fue porque se quedaron en la cama con su pareja un poco más de lo habitual, porque hicieron menos tareas domésticas y comieron algo más de lo acostumbrado (cosas que hicieron): fue porque durante las actividades que realizaron estuvieron más atentos al momento presente. La mentalidad vacacional con la que se plantearon el fin de semana produjo el efecto posterior en la felicidad que experimentaron durante esos dos días y al lunes siguiente.
Los investigadores aseguran que este efecto del cambio de mentalidad es tan potente debido a que se presta más atención al entorno, a lo que hacemos en cada momento y a las personas con las que realizamos las actividades en cuestión; de tal modo que, como no dedicamos los pensamientos al pasado ni nos angustiamos por el futuro, estamos más abiertos a disfrutar del ambiente y de las experiencias.
Asimismo, aseguran que, aunque no podamos tomarnos todo un fin de semana, nos podemos beneficiar igualmente de esta mentalidad de vacaciones estando presentes, como lo haríamos en vacaciones, durante el tiempo libre del que sí dispongamos: se trata de conseguir romper la rutina bajando el ritmo del día a día, agregando elementos nuevos que hagan divertidas las cosas cotidianas, apreciando el tiempo libre del que disponemos y siendo conscientes de las actividades de ocio que realizamos. Esto es lo que nos permite descansar y recuperarnos del estrés.
Cómo aprender a vivir el momento presente
Cuando se sufre estrés o ansiedad, no es fácil conseguir aislar los pensamientos negativos que inundan continuamente la mente, y se tiende a realizar juicios sobre ellos que incrementan el estrés. En nuestro centro enseñamos la práctica del mindfulness o atención plena como herramienta para, precisamente, aprender a experimentar el momento presente con plena conciencia y reconocer los pensamientos negativos sin enjuiciarlos. El mindfulness, además, no solo es eficaz para disminuir y contrarrestar el estrés, su práctica ayuda a gestionar mejor las emociones y a aumentar la capacidad de concentración, la memoria y la productividad.
En este artículo que publicamos hace unas semanas también encontrarás información específica sobre los beneficios del mindfulness en el tratamiento de la depresión.
Si quieres hacernos una consulta sobre este tema, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de psicólogos.